Someterse a una evaluación de salud mental es una de las maneras más fáciles y rápidas para determinar si usted presenta los síntomas de una afección mental.

Las afecciones de salud mental, tales como la depresión o la ansiedad, son reales, muy comunes y tratables. Y recuperarse de estas enfermedades es posible.

La Prueba de la depresión es para las personas que sienten una tristeza abrumadora.

La Prueba del trastorno alimentario puede ayudar a explorar los problemas relacionados con la alimentación que afectan su salud física y bienestar general.

La Prueba de la ansiedad es para las personas que sienten que la preocupación y el temor afectan su capacidad para funcionar a diario.

La Prueba del alcohol o el uso de drogas ayuda a determinar si su uso del alcohol o drogas son un problema que debe tratar.

La Prueba del trastorno bipolar es para las personas que padecen de cambios de estado de ánimo, o alteraciones del estado de ánimo y la energía inusuales o extremos.

La Prueba para los jóvenes es para los jóvenes (entre 11 y 17 años) a quienes les preocupa que sus emociones, comportamientos o su atención puedan ser signos de que tienen algún problema.

La Prueba del trastorno por estrés postraumático o PTSD (por sus siglas en inglés) es para las personas afectadas por un acontecimiento traumático.

La Prueba para los padres es para que los padres de jóvenes puedan determinar si las emociones, los comportamientos o la atención  de sus hijos son signos de que tienen algún problema.

La Prueba de la psicosis es para las personas jóvenes (entre 12 y 35 años) que sienten que el cerebro les está haciendo trucos (ver, escuchar o creer cosas que no parecen ser reales o estar del todo bien).

Luego de la evaluación, se le proporcionará información, recursos y herramientas para consultar sus resultados con un proveedor.